La revolución de los frigoríficos inteligentes es quizás la avanzadilla de lo que supondrá electrodomésticos totalmente conectados, también en el ámbito doméstico. Las marcas coreanas Samsung o LG, por ejemplo, han presentado ya modelos que, a través de un app que podemos instalar en nuestros smartphones, te avisan por ejemplo si nos dejamos abierta la puerta del frigorífico…

 

LG ya lo comercializa de eso en sus modelos combi. La aplicación Smart ThinQ puede controlar además a distancia cuestiones como la temperatura del frigorífico, activar la congelación rápida o controlar la humedad. También se puede monitorizar el consumo para estar al tanto del ahorro que suponen estos frigoríficos.

Los modelos más avanzados, y de gama alta –bastante más de 2.000 euros–, como el LG Smart Instaview, incorpora Alexa, el asistente virtual de Amazon, y una pantalla táctil de 29 pulgadas que puede, incluso, volverse transparente para ver lo que hay en el interior sin necesidad, evidentemente, de abrir su puerta. Basta con tocarla dos veces para que se vuelva translúcida.

Alexa te permite –si tenemos la paciencia de darle al frigorífico a leer el código de barras de lo que metemos en el interior y completar a mano los datos– llevar al día la lista de la compra, o avisarnos de la fecha de caducidad de los alimentos. O incluso de encargar la compra incluso en Amazon, o a la tienda online del supermercado que nos guste, según nuestras instrucciones.

El frigorífico incluye una cámara panorámica gran angular en su interior, por ejemplo, que te permite, además, ver su contenido a distancia, desde tu móvil. Hay modelos que por su tamaño vienen con dos… frigoríficos permanentemente monitorizados.

La pantalla, por lo demás, funciona como una webOS, y por tanto permite un uso con wi-fi como cualquier tableta o pantalla digital con acceso a internet. LG afirma que, además, incluye recetarios. Y entre otras funciones, el propio dispositivo te recomienda determinados platos según el contenido del frigorífico.

Esta interconexión, en el caso de LG (pero también el de las principales marcas) trabaja en un interconexión de aparatos electrónicos en nuestras cocinas: hornos, placas de inducción, campanas, lavavajillas, lavadoras, que compartan información y, además, interactúen entre ellos. Aunque para esto, creemos, aún falta unos años… o no.

Samsung es una de las marcas que más ha publicitado que esta revolución ya está disponible para los consumidores… con mayor presupuesto, por supuesto. Su modelo de frigorífico inteligente Family Hub 4.0 está a la venta por 2.999 euros… con su pantalla táctil de 21,5 pulgadas y altavoces de alta calidad que permite –además de su propio asistente virtual, bautizado como Bixby– escuchar Spotify o Youtube. Mientras que el resto de la familia de electrodomésticos interconectados está entre los 899 y 999 euros.

Más allá, estos frigoríficos inteligentes incorporan las últimas novedades en cuanto a eficiencia y ahorro energético. LG, por ejemplo, ya ofrece un app, se llama Smart Diagnosis, que hace una especie de autodiagnóstico que analiza el uso que hacemos del frigorífico. Con ello nos ofrece recomendaciones y consejos para un uso más eficiente del mismo. Todo ello desde el móvil. Porque buscar la máxima eficiencia en un frigorífico puede suponer hoy un interesante ahorro en la factura eléctrica y una importante reducción de emisiones de CO2.

Los frigoríficos, al estar en funcionamiento constante, son los que más energía consumen. La conexión vía app con nuestros Smartphone facilitan una interactividad que redunda en su eficiencia y ahorro en modelos de última generación. Por ejemplo, LG comercializa ya una familia de frigoríficos con integrantes que alcanzan la clasificación energética A+++ (-40%), la más alta del mercado.

Es decir, que son capaces de ahorrar todavía un 40% extra más allá que otros electrodomésticos con esta categoría A+++. Este ahorro energético supone ahorrar tres meses del consumo de energía del frigorífico al año. La propia multinacional coreana ha calculado que en diez años el ahorro puede ser de hasta 500 euros.

También supone menos emisiones de CO2 a la atmósfera. Y es que LG calcula también la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera en un 80%. Es decir, más de 900kg de este componente que los nuevos frigoríficos combi pueden reducir en un plazo de 10 años.

Estos nuevos frigoríficos de LG cuentan con el ya conocido Inverter Linear Compressor, con 20 años de garantía. En ello tienen mucho que ver su diseño, que solo cuenta con una pieza de fricción, en lugar de los motores convencionales, que cuentan con cuatro. Menos piezas supone menos problemas y más duración.

Esta nueva generación de electrodomésticos combi, aquellos que cuentan con parte frigorífica y parte de congelador (lo más populares), cuentan además con mayor capacidad gracias a un rediseño que ha permitido que fondo, laterales y puertas sean de menos grosor. Comparado con los frigoríficos combi de la anterior generación, los modelos de 2019 ofrecen un 12% más de capacidad. De 343 litros a 384 litros de capacidad. No es que sean más grandes por fuera, sino que hay más espacio por dentro.

Los frigoríficos, tanto de esta marca como los de otra grandes marcas, tampoco han dejado de lado la innovación a la hora de enfriar el interior de manera uniforme. Por seguir ya con LG, la marca coreana ha desarrollado una nueva tecnología para mejorar la distribución del frío por todos sus rincones. Lo llama DoorCooling y consiste en una cascada de frío desde la parte superior: los alimentos se enfrían un 32% más rápido.

Con ello se consigue preservar estos productos frescos aunque abramos la puerta varias veces al día, con lo que su deterioro es menor al evitar los contrastes de temperatura. Otras marcas tienen tecnología similar.

Como la LinearCooling, que también está presente a lo largo y ancho de todo el frigorífico, con nueve salidas de aire. Por ello, LG consigue mantener una temperatura estable que no varía ni medio grado hacia arriba ni hacia abajo. Una temperatura constante, sin picos, durante las 24 horas que está conectado el frigorífico.

También podemos encontrarnos, entre otras novedades, con el cajón FreshConverter, donde es posible regular la temperatura entre -2 y +3 grados centígrados. Todo ello según el tipo de alimento que guardemos en él: ya sea carne, pescado o verduras. Así se consigue la mejor temperatura en función del tipo de alimento, mejorando su conservación.