El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que más nos facilita la vida, por un lado, lava toda nuestra vajilla, dejándola impecable en un corto periodo de tiempo, y por otro, nos evita la costosa y molesta tarea de lavar los platos a mano, que en más de una ocasión nos causa dolores de espalda. Además también ahorramos energía y dinero con el lavavajillas, ya que el gasto de agua es mucho menor que lavándolos a mano, por lo que ayudaremos a cuidar el medioambiente y a la vez nuestro bolsillo 🙂
Es cierto que no siempre utilizamos bien nuestro lavavajillas, ya que a la hora de llenarlo nos surgen dudas sobre cómo hacerlo de manera correcta. Desde M.J Suazo os queremos dejar unas claves para que le saques el máximo partido a tu lavavajillas, llenándolo para su correcto funcionamiento y dejando toda tu vajilla limpia, además de ahorrar energía.
Empezar a llenar desde dentro hacia fuera: los lavavajillas suelen tener los chorros en el centro, y desde ahí, de forma circular, van hacia fuera. Es por esto, que se recomienda poner los platos más sucios y resistentes en el centro, para que el chorro de agua tenga más presión y le dé de forma directa a esos platos. También se recomienda poner en los extremos, en la parte más hacia fuera, los platos o utensilios más delicados, para que la presión de los chorros, al ser menos potente, no pueda dañarlo
Los vasos: los vasos y las tazas se deben colocar de forma inclinada, no totalmente verticales, así aprovecharemos más el espacio y el agua llegará hasta el fondo para limpiarlos correctamente. Los vasos se colocan en la bandeja de arriba para que la presión no los daño ni los rompa.
Tápers y recipientes de plástico: estos recipientes son los más incomodos de colocar, ya que casi nunca se mantienen en la posición en la que los hemos colocado y se pierde mucho espacio por su forma y tamaño. En cuanto a eso, no podemos hacer mucho… simplemente ponerlos en la bandeja de arriba, ya que el calor de la bandeja inferior podría deformarlos y ponerlos bocabajo, de forma que se limpien lo mejor posible, evitando que se estanque el agua en ellos.
Las copas: siempre tenemos el miedo a que se rompan al meterlas en el lavavajillas. Si las colocamos bien y en el lugar específico que hay para ellas, ¡no tendremos problema! En la bandeja superior, en una esquina exterior hay una rejilla de plástico, donde podemos encajar a la perfección el tallo de las copas, así se mantienen seguras durante todo el lavado.
Los cubiertos: para evitar que se solapen y conseguir que se limpien correctamente, debemos separarlos lo máximo posible y evitar poner todos los tenedores juntos, todas las cucharas juntas… Las cucharas se colocan bocarriba, ya que no pinchan y además ahorramos espacio, los tenedores y cuchillos afilados irán bocabajo para evitar cortes. Por otro lado los cucharones y utensilios más grandes irán en la bandeja superior.
Si conseguimos llenarlo completamente y colocarlo todo correctamente, ahorraremos energía y por lo tanto dinero y además podremos conseguir que toda nuestra vajilla y utensilios salgan aún más limpios 🙂