Actualmente en la mayoría de los hogares, uno de los electrodomésticos indispensable es el lavavajillas. Esto se debe a que éste nos hace la vida mucho más fácil, ahorrándonos tiempo y trabajo a la hora de fregar.
Es cierto que es uno de los electrodomésticos más sencillos de usar y no es de los que más mantenimiento necesitan, pero a pesar de esto también sufren averías y podemos tener problemas.
Desde M. J. Suazo os queremos contar hoy, los principales problemas y averías que pueden tener más frecuentemente nuestro lavavajillas.
Uno de los más comunes es que el lavavajillas no coja agua.
Esto es una consecuencia que puede deberse a varias causas. Una de ellas es que el filtro del extremo de la manguera esté sucio u obstruido, casi siempre por el paso del tiempo. Para comprobar si es así, debemos cerrar la llave de paso de agua y desconectar la manguera. Colocaremos la manguera en un cubo o algún recipiente y volveremos a abrir la llave de paso, y si el agua cae, sabremos que la manguera está dañada.
La manguera puede estar doblada y no obstruida. Puede que al colocarla la última vez que manipuláramos nuestro lavavajillas, no lo hiciésemos bien y dejásemos algún pliegue o doblez. Una vez solucionado, debería volver a llenarse de agua.
Se recomienda revisar todos los canales de paso de agua para verificar qué es lo que está produciendo que el agua no corra de manera normal.
Si tras revisarlo todo vemos que seguimos con el mismo problema, deberemos llamar a un técnico, ya que puede deberse a otro tipo de problemas más específicos.
Si por el contrario, en vez de no llenarse bien, nuestro lavavajillas no desagua correctamente y cuando lo abres aún queda agua dentro, como si el ciclo de lavado no hubiese terminado, puede deberse a estas posibles causas.
Una de las causas puede ser un posible atasco en las tuberías de la vivienda. Por otro lado, al igual que con el problema anterior, aquí también puede deberse a que la manguera de desagüe esté doblada. Debemos revisar que no tenga pliegues.
También esta avería puede deberse a la obstrucción en la bomba de desagüe, por algún objeto, que hace que la hélice de vaciado no gire correctamente. Si al poner la bomba en marcha no escucha ruido, lo más probable es que esté obstruido.
Un fallo de corriente del módulo eléctrico también podría ser la causa de la avería, en este caso, esto ya sería algo más grave y que debe arreglar un profesional específico.
Otro de los problemas con los que nos podemos encontrar es que el consumo de sal es excesivo. Esto se da por varias razones, entre ellas que esté en mal estado, defectuosa o dañada tanto la placa electrónica, la electroválvula de regeneración o el propio dosificador. En este último caso, debemos cambiar el ablandador del agua. Otra causa puede ser que el tapón del depósito no cierre herméticamente.
Debemos revisarlo todo correctamente para asegurarnos y saber de dónde viene el problema, para atacarlo directamente.
Si la pastilla de detergente no se disuelve, esto podría suponer un problema o alarmarnos de una posible avería, ya que nuestro electrodoméstico no nos limpiaría bien la vajilla, por lo que no estaría realizando su función correctamente. Esto se puede deber a qué el aspa superior tenga problemas de obstrucción y no golpee directamente a la pasilla, y ésta no se disuelva. Que el cajetín no cierre ni abra correctamente, el problema puede estar ocasionado por esto. También debemos comprobar que el cajetín no estuviese húmedo al insertar la pastilla, ya que si ha sido así, la pastilla se habrá quedado pegada, ocasionando que no se disuelva.
Si encontramos los pilotos de nuestro lavavajillas parpadeando y no se inicia el lavado, lo más habitual es que la intermitencia se deba a que la puerta no está correctamente cerrada. Los pilotos de los lavavajillas suelen tener sólo dos funciones de alarma, y no son referente a nada mecánico. Tan sólo se encienden cuando le lavavajillas requiere más sal o abrillantador.
Si al finalizar el lavado notamos que hay diferencia en la limpieza entre la bandeja inferior y superior. Normalmente eso suele deberse a que las hélices inferiores o superiores no giran bien. Las inferiores son más fáciles de obstruir y se suele dar por algún cuerpo extraño como un tenedor, cuchillo etc.
Por último, otra de las averías más comunes y a las que nos enfrentamos habitualmente es la de que nuestro lavavajillas no seque correctamente. Una de las causas es que necesite más abrillantador, algo fácil de solucionar. Otros dos motivos por los que se puede dar esta consecuencia, y que ya no son tan sencillos de solucionar, son que la resistencia se haya quemado o deteriorado y que el termostato de nuestro electrodoméstico se haya estropeado.
Como veis, existen muchas averías simples con fácil solución y que se puede realizar desde casa y sin invertir demasiado tiempo. Éstas, se pueden evitar llevando un buen mantenimiento y cuidando nuestro lavavajillas. Como hemos visto, en otras ocasiones, las averías o problemas son más graves y necesitaremos de la ayuda de un especialista, por lo que desde M. J. Suazo nos ponemos a vuestra disposición con nuestro servicio técnico.